El mar Mediterráneo es el hábitat natural de numerosas especies de la fauna y flora europea. Por ello, la preservación de la sanidad de sus aguas es clave para el equilibrio de nuestros ecosistemas. En la actualidad, se conocen diversos tipos de medusa que habitan en el mar Mediterráneo y que puedes encontrar en La Manga y Cabo de Palos.
1. Carabela portuguesa (Physalia physalis)
Esta es una de las especies más temidas entre todos los tipos de medusa que habitan en el mar Mediterráneo. Curiosamente, la carabela portuguesa no se trata exactamente de una medusa.
En realidad, este animal marino es una especie de hidrozoo perteneciente a la orden de los sifonóforos. Su cuerpo está formado por una gran colonia de pólipos diminutos que desempeñan distintas funciones en su metabolismo.
Las carabelas portuguesas adultas pueden medir más de 30 centímetros de largo, con un ancho promedio de 10 centímetros. Otra característica llamativa es su color violáceo que resulta muy atractivo en el medio acuático. A pesar de ser originaria de zonas tropicales y subtropicales, pueden ser vistas con cada vez más frecuencia en el Mediterráneo.
Su cuerpo grande y colorido está relleno de gas, lo que les permite flotar fácilmente en el agua. Además, poseen una especie de cresta en su parte superior, que les ayuda a desplazarse más fácilmente en el medio acuático. Y es esta característica la que ha inspirado su nombre ‘carabela’.
Con todo, la carabela portuguesa no llama atención solo por su aspecto, sino también por su alta peligrosidad. Estos animales contienen un veneno que puede llegar a ser letal en ciertas dosis.
2. Agua viva (Rhizostoma pulmo)
El agua viva, también conocida como medusa aguamala, es una de las medusas más grandes que viven en el mar Mediterráneo. En su edad adulta, su cuerpo blanco con lóbulos azul-violáceos en su ‘paraguas’ puede alcanzar los 100 centímetros de ancho. También destacan los ocho tentáculos que nacen en la zona oral del animal.
Estas imponentes medusas habitan en el mar Mediterráneo y en el océano Atlántico. En las costas españolas aparecen con el inicio de la primavera y migran en los primeros días del otoño.
Si bien no tiene un veneno letal como la carabela portuguesa, la agua vivas puede provocar serias inflamaciones en la piel. Para ello no es necesario el contacto directo con la ‘víctima’, ya que cuando están presentes en abundancia pueden generar inflamaciones indirectas.
3. Medusa huevo frito (Cotylorhiza tuberculata)
La ‘medusa huevo frito’ está entre los tipos de medusa que habitan en el mar Mediterráneo ( y Mar Menor) que más abundan en las zonas costeras. Su población es abundante especialmente en las cercanías del mar Menor durante el verano y el otoño.
El curioso nombre de esta medusa es una referencia al peculiar formato de su cuerpo. Estas medusas del Mediterráneo muestran el paraguas aplanado y amarillento con un centro redondeado y protuberante de color levemente anaranjado.
La medusa huevo frito no es muy grande, y es que alcanza entre 25 y 35 de diámetro. Destacan sus brazos orales con numerosas verrugas abotonadas, que pueden ser de color blanco, azul o violeta. Como sus tentáculos son relativamente cortos, las irritaciones ocasionadas por estas medusas son menos frecuentes y más leves.
4. Medusa luna (Aurelia aurita)
Las medusas luna son las más inofensivas de todos los tipos de medusas que habitan en el mar Mediterráneo. Esta especie es de mediano tamaño, con un diámetro de 20 a 25 centímetros en su paraguas con forma de plato. Una de sus características más llamativas es que sus brazos son más largos que sus tentáculos.
Su cuerpo es transparente y muestra una bella tonalidad azulada. Su población es especialmente abundante en los fiordos y en el mar Menor. No obstante, es posible encontrarlas en casi todas las zonas costeras del Mediterráneo.
5. Medusa luminiscente (Pelagia noctiluca)
La medusa luminiscente es transparente como la medusa luna, pero su color es mayormente rosado o levemente rojizo. Como su nombre indica, su cuerpo brilla en la oscuridad.
Estas medusas realizan una especie de ‘baile luminoso’ muy atractivo al desplazarse por las noches. Se trata de una estrategia natural para atraer a sus presas y reaccionar frente a cualquier amenaza en su territorio.
Su paraguas es en forma de seta, de donde nacen cuatro brazos orales y 16 grandes tentáculos marginales, que pueden superar los 25 centímetros de largo. En ellos, encontramos varias células urticarias llamadas cnidocitos, que tienen la capacidad de liberar veneno. Por ello, esta es una de las medusas más venenosas que podemos encontrar en el litoral español.
Fuente: https://misanimales.com/tipos-de-medusa-que-habitan-en-el-mar-mediterraneo/